¿Alguna vez te has preguntado qué debería y qué no debería hacer cuando se trata de arrancar los dientes de leche tambaleantes de tu hijo?
Resolvemos todas tus dudas.
La llegada del Ratoncito Pérez es sin duda todo un acontecimiento para los niños, que en torno a los seis años, comienzan a perder sus dientes de leche para dar paso a la dentición definitiva. Este proceso dura normalmente de los 6 a los 12 años.
Los dientes comienzan a moverse y se van cayendo en el mismo orden que aparecieron. Primero los incisivos centrales inferiores, luego los superiores, y más tarde, los caninos y molares.
Las raíces de los dientes de leche se van desintegrando poco a poco para dar paso a los dientes permanentes que se han desarrollado en el interior de la encía y poco a poco se aproximan al borde de esta reclamando su lugar.
Así es como empiezan a moverse los dientes de leche. ¿Qué hacer cuando un diente de leche empieza a moverse? Lo ideal es dejar que la naturaleza siga su curso pero hay situaciones en las que es conveniente extraerlo. Te contamos cuáles son:
Cuando el diente pende de un hilo. El diente lleva varias semanas moviéndose, y su caída es inminente. Apenas un pequeño hilo o sujeta a la encía. En estos casos podemos extraer el diente suavemente. No hacemos daño al niño y evitamos que se lo trague y pueda ponerlo a buen recaudo para la llegada del Ratoncito Pérez.
Cuando el diente definitivo asoma y no tiene sitio es conveniente dejarle paso arrancando el diente de leche.
El mejor modo de hacerlo es de forma suave.
Lávate las manos y muévelo suavemente de atrás a adelante con una gasa o un pañuelo de papel desechable asegurándote de que está listo para ser extraído de forma totalmente atraumática.
Se producirá un pequeño sangrado. Indica al niño que se enjuague la boca con agua y que presione durante unos minutos el hueco con una gasa para que deje de sangrar.
Examina el área para asegurarte que el diente ha salido completamente limpio, lo que se produce en la mayoría de los casos. En algunas ocasiones verás ya el nuevo diente asomando en la encía.
Visita a tu dentista si observas que han quedado dentro incrustados fragmentos del diente de leche.
Prepara el diente para la llegada del Ratoncito Pérez.
Si al día siguiente observas rojez o hinchazón en la zona pide una cita con tu dentista.
Lo que no hay que hacer:
Nunca fuerces la extracción de un diente que todavía parece muy unido a la encía. Dile a tu hijo que tendrá que esperar unos días más hasta que esté listo para salir.
No utilices métodos como atar un hilo al diente y el otro extremo al pomo de una puerta o utilizar unos alicates. No te lo creerás pero hay padres que se ponen creativos y ponen en práctica auténticas barbaridades para extraer los dientes de sus hijos. Drones, helicópteros, piedras…
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