A todos nos gusta ahorrar dinero y no pagar de más por lo que recibimos. Pero en lo relativo a la salud dental inclinarte por un servicio o tratamiento “low cost” puede implicar a la larga un coste mucho más elevado de lo que a priori pueda parecerte. Te explicamos por qué, y cuáles son los motivos por los que debes valorar la calidad por encima del precio.
Inversión
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que el dinero y el tiempo que dediques a cuidar tu salud dental es una inversión, no un gasto.
Así es como debes planteártelo. El mantener una buena higiene dental diaria y acudir a las revisiones periódicas con tu dentista puede evitarte muchos disgustos y gastos en el futuro. La prevención es siempre la mejor estrategia de ahorro.
Rentabilidad frente a profesionalidad
Tras las ofertas y saldos de algunos servicios odontológicos se esconden estrategias comerciales y empresariales que afectan a la calidad y las garantías de los tratamientos. Frecuentemente están dirigidas por profesionales del mundo de la empresa ajenos al sector de la odontología. El criterio que prima es la rentabilidad del negocio y obtener cuanto más beneficio económico mejor, por encima de todo.
Por nuestra parte, en las clínicas dentales con nombre propio, somos profesionales de la odontología, que damos la cara día a día frente a los pacientes, y que ofrecemos servicios odontológicos de calidad donde prima es la salud dental de los pacientes por encima de la maximización del beneficio.
Alta rotación del personal
La priorización de los aspectos económicos y de pura rentabilidad de algunos servicios frente a criterios estrictamente odontológicos y centrados en el bienestar y la salud dental de los pacientes hace que ofrezcan condiciones laborales precarias y salarios muy bajos a su personal con lo que existe una alta rotación. Al final estos profesionales no conocen a fondo a los pacientes y puede que, incluso, el dentista que te atiende durante un mismo tratamiento vaya cambiando a lo largo de los meses. Tampoco se invierte el tiempo necesario en cada paciente ya que muchas veces se prima la productividad por encima de todo.
Sin embargo en las clínicas dentales de calidad invertimos el tiempo necesario en cada paciente, asegurando un buen diagnóstico, algo crucial, y el éxito y la durabilidad de los tratamientos y servicios que ofrecemos.
Letra pequeña
Las ofertas de las clínicas dentales low cost pueden parecer a simple vista muy atractivas, por su bajo precio, sus facilidades de pago y las garantías, de por vida, que a veces ofrecen, pero normalmente sus contratos y ofertas son ambiguos y están llenos de letra pequeña. También se dan casos de sobretratamientos, en los que se realiza al paciente más de lo necesario con el fin de obtener un mayor beneficio económico.
En nuestro caso la transparencia es una de nuestras máximas, los tratamientos son explicados por el odontólogo, y te detallamos y explicamos todos los pormenores y gastos que incluye tu tratamiento, sin letra pequeña ni sobresaltos.
La calidad de los materiales
Para ofrecer un servicio odontológico a precios muy bajos se deben reducir los costes del material optando por utilizar herramientas y materiales de menor calidad mínima que a la larga producen que los tratamientos fracasen y no sean duraderos en el tiempo, pudiendo acarrear problemas serios que suponen un coste añadido. Esto lo vemos día a día en nuestra clínica donde recibimos a pacientes con implantes mal colocados, empastes filtrados por la mala calidad de los materiales usados, etc. (por no usar aislamiento con dique por ejemplo…)
En nuestro caso trabajar con materiales y herramientas de calidad contrastada es una garantía de la efectividad de los tratamientos y no escatimamos en este aspecto porque consideramos que ofrecer lo mejor a nuestro alcance a los pacientes es clave para ofrecer un servicio de calidad y garantizar las supervivencia y sostenibilidad de nuestro proyecto.
Por todo esto acudir a una clínica dental “low cost” probablemente redundará en problemas a medio o largo plazo, que seguramente te llevarán a buscar a un profesional con garantías y de confianza, que solucione tus problemas de salud dental, normalmente agravados por una deficiente atención. Algo que sin duda te costará mucho más que si desde el principio esta hubiera sido tu primera opción.