Está más que demostrado que la salud dental no sólo influye sino que es clave para mantener una buena salud general. Muchas patologías dentales son síntomas o están estrechamente relacionadas con otras enfermedades o dolencias. La salud dental es mucho más importante de lo que piensas para tu bienestar global y cuidarla puede ayudarte a prevenir un montón de enfermedades y dolencias.
Diabetes: hay algunos trastornos bucodentales que suelen desarrollar las personas que padecen la enfermedad: periodontitis, pérdida de piezas dentales, xerostomía o sequedad bucal, caries, aftas… Además los altos niveles de glucosa empeoran el control de las infecciones y de la enfermedad periodontal lo que a su vez hace más difícil el control de la diabetes. También influye en la cicatrización de los tejidos y de los implantes, una glucemia descontrolada puede hacer que la cicatrización tarde mucho más que en una persona con la glucemia controlada.
Enfermedades cardiacas: sufrir periodontitis o inflamación de las encías puede incrementar el riesgo de padecer o empeorar el diagnóstico de alguna enfermedad cardiovascular ya que las bacterias causantes de esta enfermedad pueden saltar al torrente sanguíneo y extender la respuesta antiinflamatoria del periodonto a todo el organismo. ¿Sabías que las personas con periodontitis tienen un 25% más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular?
Alzheimer: la gingivitis y la periodontitis juegan un papel decisivo en el desarrollo de esta enfermedad. Piotr Mydel, investigador del Departamento de Ciencia Clínica de la Universidad de Bergen (UiB), descubrió en su investigación que la bacteria Porpyromonas gingivalis, causante de la gingivitis, puede viajar de la boca al cerebro y que además produce una proteína que destruye las células nerviosas en el cerebro, lo que conduce al deterioro cognitivo y en última instancia al Alzheimer.
Cáncer: investigadores de la Universidad de Helsinki descubrieron que una de las bacterias causantes de la periodontitis está relacionada con cierto tipo de cánceres orales, pancreáticos y de otro tipo por la capacidad de la bacteria de viajar a otras partes del cuerpo y activar otras enzimas que las células cancerígenas utilizan para invadir tejidos sanos. Por otro lado es también un hecho que los tratamientos contra el cáncer como la cirugía, quimioterapia y radioterapia que afectan pueden producir efectos secundarios en los dientes, las encías, las glándulas salivales y los tejidos bucales blandos.
Patologías renales: las personas que padecen insuficiencia renal crónica (IRC) tiene un riesgo mucho más elevado de morir si además padecen periodontitis, tal y como confirma un estudio de la Universidad de Birmingham. Así como padecer esta enfermedad supone un factor de riesgo para la aparición de la IRC. Una relación bidireccional entre estas dos patologías ya que la IRC se manifiesta además por medio de patologías bucales que afectan a las glándulas salivales así como a los tejidos duros y blandos de la boca.
Ansiedad. Tanto la depresión como los trastornos relacionados con la ansiedad tienen también efectos que se manifiestan de forma habitual en la boca como xerostomía, aftas en la boca, bruxismo, síndrome de boca ardiente, distintas formas de liquen plano que suceden en la boca (líneas blancas, llagas o úlceras en la boca) o trastornos de la articulación temporomandibular.
Ante todas estas patologías estrechamente vinculadas con la salud dental lo mejor es siempre la prevención mediante una exhaustiva higiene dental diaria, acudir regularmente a la consulta de nuestro dentista. No te olvides que la boca es la puerta de entrada a nuestro organismo.