Mantener unos correctos hábitos de higiene dental es una de las medidas más eficaces para conservar una sonrisa sana.
A veces es un gesto que tenemos tan automatizado que no nos paramos a pensar si lo estamos haciendo bien. Comprueba en nuestro post que no cometes ninguno de estos errores típicos en el cepillado de tus dientes.
1. Realizar los movimientos erróneos
Para que la limpieza de los dientes sea realmente efectiva debemos seguir con el movimiento la dirección de los dientes, de abajo a arriba en los inferiores y de arriba abajo en los superiores. Siempre situando las cerdas del cepillo en un ángulo de 45º entre la encía y el diente para arrastrar correctamente la suciedad. Si realizamos un movimiento lateral sólo desplazamos la suciedad y las bacterias pero no la eliminamos.
Debes cepillar también la cara interna de los dientes con esta misma técnica. En las muelas realiza movimientos circulares.
2. No usar hilo dental o cepillos interproximales
Para evitar la aparición de sarro y la enfermedad periodontal es clave limpiar correctamente los espacios entre los dientes con hilo dental o cepillos interproximales. Lo más adecuado según cómo sean los espacios entre tus dientes. Son lugares propensos a acumular suciedad que se convertirá en placa si no la eliminamos en 48 horas. El movimiento debe ser suave, pasando el punto de contacto entre los dientes de forma suave y llegando al fondo del triangulito de la encía, limpiando desde debajo de la encía hacia fuera del diente, como si nos pasáramos una toalla por la espalda después de salir de la ducha. Debes deslizar el hilo con este movimiento muy pegado a la superficie del diente para arrastrar la suciedad. Una vez hayas terminado enjuágate con agua para eliminar los restos de comida. Realiza esto al menos una vez al día. El momento ideal es por la noche.
3. No cepillarte durante el tiempo suficiente
Un cepillado express no servirá de mucho. Debes emplear al menos dos minutos en el cepillado de tus dientes para que sea verdaderamente efectivo y puedas limpiar correctamente todos los cuadrantes de la boca. Para seguir un orden en el proceso lo mejor es empezar por las muelas de la derecha y limpiar toda la arcada por la parte externa e interna. Luego hacer lo mismo con la otra arcada.
4. Abusar de los enjuagues y colutorios
Si eres paciente nuestro sabrás que únicamente recomendamos su uso cuando es estrictamente necesario, siempre como complemento a la higiene bucal diaria y sólo recomendamos colutorios específicos para tratar situaciones concretas de cada paciente (sensibilidad, halitosis, problemas de encías, ortodoncia…)
Nunca se debe utilizar a discreción y sin consultar previamente con un dentista, ¡podrías estar dañando tus dientes!
5. Olvidarte de la lengua
Utiliza un raspador lingual para limpiar tu lengua al menos una vez al día. Debes colocarlo lo más atrás posible y realizar un suave barrido hasta la punta, sin presionar excesivamente. Al principio puede ser una sensación desagradable pero poco a poco te irás acostumbrando y te convertirás en todo un experto.
6. No renovar tu cepillo dental cada tres meses
Es muy importante que cada cambio de estación recuerdes renovar tu cepillo. Tras su uso continuado los filamentos se deterioran y pierden eficacia. Un cepillo desgastado no puede eliminar la placa bacteriana. Comprobado científicamente. Los filamentos del cepillo son un medio ideal para el crecimiento de bacterias, especialmente cuando se quedan húmedos. Se contaminan tras el primer uso y va incrementando.
Con estos pequeños consejos seguro que consigues mejorar mucho tu higiene dental diaria y, no obstante, cuando vengas a vernos, no dudes en preguntarnos todas tus dudas. Además te realizas un tratamiento de limpieza en nuestra clínica ya sabes que nuestro personal te explicará cómo limpiar correctamente tus dientes y repasará contigo la técnica más adecuada para tu boca para ayudarte a mejorar en lo que necesites.